En primer lugar explicaremos lo que se engloba dentro de Perros de Asistencia:
Perros de servicio, se denominan así los que trabajan para ayudar a personas con discapacidades físicas en general: gente en silla de ruedas, problemas de equilibrio, dificultad para caminar….
También entran dentro de los perros de asistencia los Perros señal o perros para sordos, destinados para ayudar a discapacitados con algún tipo de problema auditivo, su función principal es la de reconocer distintos tipos de sonido y avisar a su dueño.
Otro tipo de entrenamiento con perros de asistencia son los perros guía, destinados a ayudar a personas invidentes (de los que se ocupa en exclusiva la “Fundación ONCE del perro guía”).
Estos perros, conocidos por todos, han conseguido una gran aceptación en la sociedad pero como hemos visto, no son la única modalidad de trabajo que existe.
No se trata simplemente de un perro, los perros de asistencia ayudan a las personas a superar las limitaciones de sus discapacidades y las barreras de su entorno. Cualquier persona que tenga una condición física o psicológica que limita sustancialmente su vida, podría tener un perro de asistencia. Además de ser un animal de utilidad por la ayuda que presta en situaciones cotidianas, es muy importante la ayuda emocional que consiguen dando confianza y seguridad al usuario.
Por otro lado, están los Perros de Terapia, las labores que desempeñan estos perros son principalmente lo que se denomina T.A.A.C (Terapia Asistida con Animales de Compañía). Con este tipo de trabajo tratamos de ayudar a los terapeutas en su labor de mejorar la salud emocional de estos pacientes, proporcionándoles actividades de interacción con los perros.El perro de asistencia no debe ser de una raza determinada, lo importante es que se adapten las características físicas a la función que va a desempeñar y tenga un carácter dócil, sea tranquilo, afectuoso y que su comportamiento sea previsible. Una vez aprendidas las órdenes de obediencia, debe ser un animal equilibrado y con un comportamiento adecuado para vivir en sociedad.
Los destinatarios que pertenecen a este grupo son: discapacitados psíquicos (destacamos el trabajo con autistas), personas con trastornos psicológicos… También se trabaja en residencias de ancianos, centros penitenciarios, centros de drogodependientes, etc.
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¿Por qué los perros?
Una de las razones es la mejora en la calidad de vida de los usuarios de perros de asistencia. Como dato importante, el 90% de las personas en silla de ruedas prefiere la compañía de un perro, antes que una silla eléctrica; y es que, el perro hace mucho más que tirar de la silla si fuera necesario, es también un amigo y un compañero.
La decisión de una persona con discapacidad de adquirir un perro de asistencia debe estar bien pensada, ya que tiene que conocer de antemano las capacidades y limitaciones de estos animales y sobre todo el impacto que puede tener en su estilo de vida.
El perro y la persona forman un equipo, una unidad capaz de superar juntos muchas dificultades, tanto físicas como emocionales.